Últimamente he visto crecer las series relacionadas a la medicina forense, y
aunque muchos afirman que es una manera de explotar el morbo común, como las “revistas epatíticas”, yo creo que es más una evidencia, de lo común que puede ser la ciencia sumada a la tradición de las novelas detectivescas que viven en nuestro inconsciente colectivo.
Hace no muchos años Sir Arthur Conan Doyle nos cautivo con la más famosa de sus novelas “El misterio de Escarlet” protagonizada por un tal Sherlock Holmes, personaje basado en el Dr. Joseph Bell de la universidad de Edimburgo en las inmediaciones del siglo XIX. Doyle también escribió “Las hadas de Cottingley” una versión original, del engaño, que luego conociéramos como “La bruja de Blair” y la evidente coyuntura en que aparece George Challenger, en “El mundo perdido” quien sería el único científico de la modernidad en convivir con dinosaurios hasta que Michael Crichton escribiera la homónima mejor conocida por la trilogía del “Parque Jurásico” la cual sació, a muchos de nosotros, ese prurito científico del ADN y las clonaciones y algunos otros el morbo por los dinosaurios.
Crichton creó una de las series televisivas procientíficas mas exitosas del mundo gringo, con 10 temporadas y creciendo: “Sala de Emergencias” (ER). Misma que llevo a la fama a George Cloney que años después encarnara al mejor y más famoso de los Detectives del Cómic “Batman” para la cadena de cine y televisión Warner Bros. que recién estrenó “The Evidence”. Las series de medicina forense y dónde nos aparecen científicos impresionantes y otros no tanto, parecen ser la moda en cuanto a la ciencia moderna en cine y televisión, casi cada compañía tiene su propia versión, Bones, Dr. House y CSI son la competencia; esta última con más temporadas, versiones y adaptaciones de las que podríamos imaginar.
De regreso en el Cine se me ocurre por mencionar los últimos en pantalla: Quentín Cooke Detective científico, que quién sabe que hacia en “Bandidas” (Hayek, Cruz y Zahn); Ethan Hunt agente internacional demostró en Misión Imposible 3 ser un audaz “físico pendular” y hasta la semana pasada a Ignacio (Pedro Izquierdo) “físico, analista de riesgos” en la comedia realista mexicana “Efectos Secundarios”.
La deducción y la inducción no serían de gran apoyo sin la intervención del método científico. Tal es nuestra convicción, que desde hace años se invierten millones para la investigación científica, hasta los fenómenos paranormales se refugian es este hecho; nuestras mamás revisan nuestros útiles escolares y nuestras novias las camisas y carteras en busca de evidencia. Hacen conjeturas y atan cabos. A veces las inventan o simplemente las modelan cual astrónomo cuya única pista es un “chorrito” de luz visible y para colmo otras veces “invisible”.
Así que la respuesta de moda, a la pregunta: ¿Es en la investigación donde esta el conocimiento? sería: Sí, sí es ahí! (o al menos eso creo yo y los científicos de estos tiempos).
Investigación de Campo o CSI: Investigar en la escena de la ciencia.
*Publicado por AlephZero, Suplemento del Periódico Síntesis. Noviembre 17 de 2006.