Epiciclos y epicicloides dibujan círculos y espirales unos entorno a otras que podrían girar por siempre unas sobre otros, a uno le preocupa cómo llegar al fin de mes mientras gira su mundo alrededor del dinero, a otro le preocupa llegar a la mañana siguiente cuando su mundo es la motivación para volver a ver el sol. La luna gira lentamente mientras da una vuelta sobre su propio eje casi al mismo tiempo que termina de dar una vuelta al planeta tierra, a su vez la tierra gira junto con otros planetas sobre su propio eje mientras rodean al sol que hoy en día prometemos también gira en torno al centro de nuestra galaxia y suponemos que esta a su vez lo hace entorno a algo más.
El sistema planetario que Nicolás Copérnico publicó de manera póstuma y que tardó más de 25 vueltas al sol en completar, no sólo planteó la idea de quitar a la tierra del centro del sistema planetario que empezó a llamarse sistema solar, también le avisó a la humanidad que sus vidas giraban alrededor de nuevas formas de ver al mundo, el mismo Copérnico planteó la bases de la Teoría Cuantitativa del Dinero 25 años antes de su muerte, pero el polímata, abogado, burócrata, traductor y economista no imaginó que el modelo heliocentrista que popularizaría también tuviera repercusiones en la ingeniería hasta nuestros días.
Se dice que el tango, el baile, es un sentimiento vertical que se expresa horizontalmente, y en la poesía suena bello pero en la práctica requiere ingenio; ya sea en el baile o para mover un automóvil la famosa transmisión mecánica exige estudio y técnica aplicada; saber cómo, dónde y a qué ritmo poner un pie para no pisar a tu pareja o transformar el vaivén del pistón de un motor en el girar de las ruedas. En 1780 James Pickard ideó una forma de hacerlo patentando el uso conjunto de la manivela y el volante de inercia que tanto había utilizado Leonardo da Vinci en su taller 300 años atrás.
En aras de la competencia legítima, en plena revolución industrial William Murdoch, socio minoritario de Matthew Boulton y James Watt, famosos por la producción de máquinas de vapor, inventó un sistema de engranes llamado Sol y Planeta que al igual que en el sistema copernicano un engranaje llamado planeta gira alrededor de otro llamado sol y como fue prometido: transforma el movimiento vertical en horizontal; cuando ambos engranes son del mismo diseño el sol gira 2 veces sobre su eje mientras el planeta completa una vuelta al primero. ¿Cuál es más importante, el que realiza más trabajo o el que transmite el esfuerzo? En el engranaje sol y planeta aún cuando uno gire entorno al otro, lo importante es cómo funcionan en pareja, no es una manivela que pueda usarse con una mano, no es un volante que demanda las 2 manos, solo es otro sistema que no viola ninguna patente anterior y que resuelve de manera ingeniosa el mismo problema.
En 1892 en el centenario de la invención de la iluminación por gas, William Thomson, Lord Kelvin inauguró un busto de William Murdoch (1754-1839) en la Torre Wallace en la Ciudad de Stirling (homónima al motor) en Escocia. También es recordado por ser el padre de la iluminación de gas y su consecuente producto innovador para que fuera un sistema de consumo: el gasómetro; es inventor de la pistola de vapor precursora de la pistola de aire y de diversos sistemas de calefacción; pero mi invento favorito de él, es uno que sobrevive al menos en la ciencia ficción y nos inspira en ideas futuristas, el tubo neumático, que originalmente concebido para enviar paquetes pequeños inspiró desde trenes de pasajeros en el siglo XIX hasta los tubos en los que viajan los Supersónicos y los ciudadanos de 2999 en Futurama. Trascender girando un mundo alrededor de otro.
Publicado en Ciencia y Cultura por PeriodicoYA , el 24 de agosto de 2021