Su historia se remonta al primero de julio de 1967, cuando ella una joven estudiante de astronomía a la edad de 24 años, desde los 22 dedicada a construir su primer radio telescopio, daba la noticia de haber descubierto un pulsar y ver con desanimo, como al paso de los días, a su profesor Anthony Hewish le valiera el premio Nóbel.
Hoy en día (o a mas tardar el primero de enero de 2005) para un estudiante de astrofísica que vive en el estado de Puebla México, será relativamente fácil acceder a un radiotelescopio y poder continuar con su investigación científica; No solo investigando radiación en el orden de los metros como Jocelyne, sino que también, en el de los milímetros; recuerden que para 1967, los estudiantes tenían que construir su propio radiotelescopio.
En esos días, nuestra amiga, descubrió que un punto fijo en la esfera celeste emitía pulsaciones periódicas cada 1337 milisegundos, un poco frustrada reaccionó cómo si hubiera un error en el radiotelescopio y estaba sintonizando un satélite terrestre o algún aparato en la tierra, sin embargo la cosquilla nació dentro de ella y pronto sería su cumpleaños 24, por lo que podría esperar para hace sus conjeturas y dar la gran sorpresa.
La conclusión fue sencilla, “Tenia que ser una señal inteligente” era muy precisa e increíblemente rápida para ser una estrella, por lo que seguramente estaba sintonizando un Sonar o Radio-Faro de seres extraterrestres. Por lo que llamó a este primer objeto LGM-1 Little Green Men 1 (Hombrecitos Verdes 1) y se decidió a presentar su hallazgo. Seguramente no pudo dormir esos 15 días, la posibilidad de encontrar vida inteligente a los 23-24 años y trascender en la historia. Cuando era niña soñaba con ser una gran astrónoma como los que trabajaban en el Observatiorio de Armagh construido por su padre.
Su teoría fue rechazada sin embargo Hewish ofreció hacer las revisiones para aclarar el misterio, lo que le valió el premio Nóbel de Física en 1974. Jocelyne y Sir Fred Hoyle alegan que el comité del premio Nóbel fue machista, sinceramente es poco probable ya que muchos años atrás Marie Curie y su hija fueron galardonadas Nóbel. La lucha feminista de Jocelyne se iguala a su carrera como astrónoma, tan fácil como que conserva en gran medida su apellido de soltera, anexado al de su marido Bell-Brunell.
Su historia podría parecerse a aquella de escribiera Carl Sagan y fuera llevada al Cine como “Contacto”. El LGM1 ahora es el CP 1919-1 (Cambridge Pulsar). Su demostración inicial no solo decía entre líneas, si no que en realidad lo decía, “creo haber encontrado prueba irrefutable de la existencia de vida extraterrestre”. Como lo comentara el maestro Miguel Ángel Herrera, en sus múltiples conferencias, hoy heredadas a Julieta Fierro, ‘a pesar de que los gobiernos invierten miles o millones de dólares al año buscando vida extraterrestre, dicha actividad (buscar extraterrestres) aún no se cataloga como un hecho científico’.
Publicado por Aleph en agosto de 2004.