Hoy años después me gusta tener un chiste nuevo, algún juego o una anécdota para compartir en las reuniones, hiper-charlas, conferencias, talleres y cafecitos pro-científicos; como si fuera manda hacer que el cuerpo, por si solo, genere beta endorfinas, citosina y estimule el sistema cardiovascular con solo escuchar un comentario.
Pasar al frente es aterrador, por eso muchos prefieren convertirse en actores de carácter para personajes serios y formales que convertirse en actores cómicos para hacer reír a la gente; y aún así los cómicos son considerados como actores de segunda siendo que su trabajo es más difícil.
En el mundo de la ciencia (cómo si fuera uno distinto) sucede igual, los científicos divulgadores que tienen el trabajo de hacer que las investigaciones sean comprensibles, son considerados con frecuencia como científicos de segunda, como si tuviera sabor de envidia el corazón. El mismo Jerry Lewis lo menciona en el “profesor chiflado” original de 1963 y base de la de Eddie Murphy. “Es tan difícil enseñar como hacer reír”.
Dicen que “el que se ríe solo, de sus travesuras se acuerda”, cuando las hacía de niño, mi papá me castigaba mandándome a leer el diccionario. Muchas de esas veces me rebelé al castigo e incluso invoqué a los derechos humanos promulgados por la ONU el 10 de diciembre de 1948. Tres de sus artículos pares son base tanto de la educación como del derecho al juego. El 22 se refiere al desarrollo libre de la personalidad y la satisfacción social y cultural según los recursos del Estado; el 26 a la educación generalizada, gratuita, obligatoria y profesional en función de los méritos individuales. Pero más importante para mi el 24, el derecho al juego, el descanso y esparcimiento.
Cuántos inventos y descubrimientos no han tenido su origen en el ocio, cuántos más en la flojera por hacer algo, o hacer que ese algo sea más fácil, práctico o metódico. Como cortar limones, hacer la tarea, ir al trabajo o enseñar un nuevo tema con el Power Point.
Esta visión no es propia, es tan generalizada que hace casi 21 años, varios amigos fundaron en 1987, el Movimiento Internacional para el Recreo Científico y Técnico (Milset para los cuates) que a la fecha debe de agrupar mas de 50 países en todos los continentes, organizando expociencias, campamentos, concursos y demás actividades para el desarrollo intelectual, científico y académico de la juventud en el mundo. Su presidente internacional vive con un pié en Puebla. Y si esto fuera poco pregúntese cuantos museos, ludotecas, exposiciones y bibliotecas interactivas hay en su ciudad.
El juego como tal es una manifestación de la creatividad que estimula el descubrimiento, la observación, la interpretación del mundo, la comunicación, ejercita las habilidades físicas e intelectuales y facilita el aprendizaje y la sociabilidad. Cualquier objeto se convierte en juguete con la debida dedicación, cualquier dedicación se convierte en logro con el debido juguete.